Belong. The Pains of Being Pure at Heart

No lo tenían nada fácil The pains of being pure at heart. El problema de hacer un primer disco que guste tanto a la gente, que acapare tantos elogios y que aparezca en todas las listas de lo mejor del año es que luego, cuando saques el segundo disco, las expectativas van a estar muy altas y todo el mundo lo va comparar con el primero. El segundo disco es el de la reválida, el que sirve para juzgar si un grupo se va a quedar en un hype o si puede tener continuidad. En mi opinión, TPOBPAH han aprobado, y con nota.

Supongo (aún no he leído críticas del disco por ahí para que no me influyan en  esta reseña) que habrá gente que diga que este disco no es tan bueno, que han perdido la inmediatez y que se echan de menos canciones tan pegadizas como las del primer disco. Es cierto que quizá no hay hits tan obvios y direcots como lo eran “Young adult friction” o “Come Saturday”, pero eso no quiere decir que estas nuevas canciones no sean pegadizas.

Si en el disco anterior TPOBPAH bebían mucho de “the Field mice” y del indie pop de toda la vida, aquí las influencias son más variadas. 

El álbum lo abre “Belong” tema que adelantaron online unas semanas antes de la publicación del disco y que recuerda y mucho a Smashing Pumpkins (pero los Smashing de “Mellon Collie and the infinite sadness”, no los pseudo smashing pumpkins que siguen por ahí en la actualidad) aunque el resto del disco no sigue tanto ese camino.

 “Heaven’s gonna happen now” se abre con unas distorsiones al más puro estilo “Sensitive” de “the Field mice” y demuestra que la inmediatez sigue ahí.

“Heart in your heartbreak” fue publicada en un 7” hace algunos meses y se convierte en una de las canciones más pegadizas del disco, es un single claro, de hecho acaban de sacar un vídeo de la canción (por cierto, que se echa en falta “Say no to love” en el disco, que también era de las pegadizas, pero siempre está bien que no la metan para darle valor al 7” en el que salió). Siguiendo con las influencias “Even in dreams” y, sobretodo, “Girl of a thousand dreams” recuerdan a los primeros discos de Ash y un poquito a Weezer (y esto es un cumplido enorme para las canciones).

Pero mi canción favorita del disco es “My terrible friend” con esos teclados tan adictivos (al estilo de las canciones alegres de “the Cure”) que la convierten en candidata para ser el próximo single de la banda. Otra vez el aire de “The field mice” también está presente, sobre todo en las distorsiones del puente.

En definitiva, a mi me parece que este disco es un gran disco. Todas las influencias que he citado no son una crítica hacia él, sino un elogio, porque a pesar de que todos esos grupos se vean reflejados en “Belong”, TPOBPAH tienen suficiente personalidad como para sonar a ellos mismos y hacer que te preguntes porqué no sacarán otro disco ya.

Queda mucho de 2011, pero me da a mí que este disco estará en la lista de discos del año para este blog.

La única pregunta que queda por contestar es si este disco es mejor que el primero o no, pero creo que es pronto para contestar a eso. Los discos hay que juzgarlos también con el paso del tiempo. El primer disco lo lleva bastante bien y, a pesar de las tropecientas escuchas que le he dado desde que salió, sigue sin aburrirme y pareciéndome una maravilla. Este segundo disco aún no ha tenido tiempo de pasar esa prueba, pero por ahora va por buen camino.

Además, otra buena noticia es que TPOBPAH estarán en España el verano que viene, al menos en el festival Vigo Transforma, así que allí podremos escuchar estas canciones en directo y ver si han mejorado en vivo, porque ese ha sido siempre uno de los puntos que se le ha criticado a la banda